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viernes, 29 de junio de 2012

Final de curso: algunas reflexiones

Hoy es un día triste. No es que tuviera ganas de seguir dando clase con un calor africano, no se me malinterprete. Lo cierto es que tengo varios motivos para creer que esto va cada vez peor. Me explico:
Por un lado, miles de docentes se van hoy a la calle. Personas con una preparación similar o superior a la mía, y que, por azares del destino, no han conseguido aún una plaza de funcionario de carrera. A los que desde el lunes día 2 se examinan en la Comunidad de Madrid,  les deseo que haga poco calor, que no se pongan nerviosos y que lo hagan lo mejor posible.
Por otro, en Madrid ya nos han endulzado el verano con las instrucciones del curso que viene. Si algún compañero se pensaba que la situación no podía empeorar, se equivocaba. Iremos a 20 horas lectivas, no se cubrirán las bajas antes del undécimo día, no habrá becas de libros, la ratio será aún mayor y se suprimirán bachilleratos en muchos centros. Como ya se ha visto este año en algunas asignaturas, habrá funcionarios de carrera haciendo sustituciones (eso que hace unos años me dijo un inspector que no podía ser porque era ilegal).

A estos dos motivos generales, puedo añadir otros personales, a saber:
Los resultados de mi alumnado de bachillerato han sido pésimos y algo de responsabilidad tendré yo. Me gustaría poder cambiar mi práctica docente, seguir la estela de algunos compañeros "chironianos" pero ¿cómo pasar a un método así cuando no tienes espacio físico en el aula y por supuesto no cuentas con un proyector ni un ordenador con conexión? ¿O cuando a los alumnos se les dice que se matriculen en griego que es más fácil que las matemáticas? Este punto tengo que "madurarlo". No todos mis alumnos  tienen acceso en casa a internet, no les puedo mandar trabajos de otro tipo, han entrado menos en este blog que los del año pasado y un largo etcétera.

Además este año seré tribunal de oposición. No lo había sido en mi vida y no me considero especialmente preparada para ello. Intento enfocar el asunto de manera positiva, será un enriquecimiento personal y profesional, y espero no errar demasiado en mis decisiones, pero da mucho respeto saber que vas a condenar al paro a un montón de gente. En estos tiempos en que se nos incita a mejorar nuestra preparación en las nuevas tecnologías, los opositores se ven privados de ellas. Es todo un despropósto.

Deseo a todos un buen verano y espero que en septiembre se hayan disipado los negros nubarrones de mi cabeza.