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sábado, 26 de enero de 2013

e- vasilopita

 La Vasilópita es un pastel que los griegos comen para Año Nuevo, con "sorpresa" como el roscón español. Debe su nombre a S. Basilio, que es el que lleva los regalos a los niños. La sorpresa es una moneda, actualmente de plástico. La persona a la que le toca en suerte es considerada la más afortunada de los presentes durante ese año. Suele ir decorado el pastel con una cruz y a veces se le añaden otras figuras.


Como normalmente el día de Año Nuevo no se trabaja, lo habitual es que en los centros de trabajo o con los amigos se quede un día, incluso bastante después, para comer la vasilópita.
Este año he descubierto que hay una vasilópita on-line. El evento tendrá lugar el día 21 de febrero, día de la lengua materna. Se debe de inscribir uno previamente en el siguiente enlace.

http://www.vasilopita.gr/ ( la inscripción está en la parte izquierda).
Es otra manera más de mostrar apoyo a Grecia y a los griegos.

sábado, 19 de enero de 2013

La música de la Grecia antigua (II)

Los cordófonos. Liras y arpas

La familia de los instrumentos de cuerda (ἐντατά ὄργανα Str. 7.5.7) podía dividirse, a su vez, en la familia de las liras, de las arpas y otros cordófonos por punteo que se conocerían en época helenística. El primer grupo, el de las liras, fue sin duda el más difundido e importante. De entre todos ellos destaca el más antiguo de todos que, en contraposición a todos los demás instrumentos de la familia, característicos de los pueblos bárbaros, éste se incluía en los llamados instrumentos “nacionales”. Se trata de la φόρμιγξ  (phórminx), de la que tenemos testimonios desde el siglo VIII a.C (vasos geométricos tardíos). Es por eso que se la conoce como la lira homérica. Estaba compuesto por entre 2 y 6 cuerdas,aunque generalmente eran 4, dispuesta en una caja armónica de forma redondeada hasta un travesaño horizontal que unía sendos brazos que salían del cuerpo del instrumento. Algunos autores consideran el término homérico κίθαρις  (kítharis) como el nombre de otro instrumento similar a este phórminx. Es muy similar a la lira siria, muy difundida en Asia Menor.


En el siglo siguiente, se le atribuyen tanto a Terpandro de Antisa como a su discípulo Capión algunos de los cambios introducidos a este phórminx primitivo.Cambios que desembocaron en el instrumento clásico por excelencia de la música griega: la kithára. Éste fue de todos los instrumentos de cuerda conocidos en Grecia el más grande, con una amplia y pesada caja de resonancia, con un fondo plano (a diferencia del phórminx), dos robustos brazos, en general embellecidos con adornos, y un travesaño que se fijaba a los brazos mediante dos tornillos. El número de cuerdas experimentó un aumento con el paso de los años, pasando de las 7 cuerdas hasta un máximo de 18.Todas ellas de la misma longitud pero diferente tensión y espesor. En la ejecución, el instrumento se disponía contra la parte izquierda del tórax, de lado y suspendido mediante una cinta fijada en la caja armónica, en la que se ponía la mano izquierda. El dominio de este instrumento exigía una técnica considerable y consumada, frente otros instrumentos del panoramacuya ejecución se tornaba más ligera.
La κιθάρα (kithára) era el instrumento del dios Apolo, por lo que se le reservaban las ocasiones más importantes y quedaba restringido para las interpretaciones más solemnes. Una variante de esta kithára, algo más pequeña y con el fondo arqueado (más similar al phórminx) es la kithára de cuna, utilizada sobre todo por las mujeres (como se observa en numerosas pinturas domésticas).


Las cuerdas de ésta parecen ser algo más cortas que las de la kithára normal, por lo que el registro era más agudo, lo que se conformaba con el uso prevalente femenino.
Junto con éste, otro instrumento se difundió durante el siglo VII a.C, la propia λύρα ( lyra), que da nombre a todo este grupo de cordófonos. Se trata de un instrumento más pequeño, acompañado de un carácter más ligero y un uso corriente, sobre todo entre escolares.
Era éste un instrumento que podía ser tocado por todo el mundo, debido a la sencillez de la técnica, que era enseñada en las escuelas. La caja de resonancia la formaba un caparazón de tortuga (por lo que se le denominaba también χέλυς (chelys)) o por una estructura de madera ligera estriada recubierta de piel bovina tendida sobre la parte abierta. La principal diferencia respecto a los instrumentos anteriores era la estructura que hacía de éste un instrumento mucho más ligero. Los brazos, que en principio eran cuernos de animal y más tarde de madera estriada, eran más finos que los de la kithára, por lo que la sonoridad debía ser menor.Durante la mayor parte de su vida, mantuvo las 7 cuerdas reglamentarias, por lo que éstas son conocidas como lyra heptátonos.
Sabemos que fue en el s. V cuando estos instrumentos se construían ya en madera gracias a las diferencias de las pinturas y relieves de la época arcaica y clásica, además de la curvatura de los brazos.
Las distintas formas que este instrumento podía presentar no afectaban a la identidad sustancial del mismo, sino que se relacionaban directamente con el uso. De esta forma algunas de las variantes (meramente estéticas) de este instrumento podrían referirse
términos como σπάδιξ  (spadix) o κλεψίαμβος ( klepsíambos). En época helenística sí que se conoció un instrumento que, a pesar de pertenecer a la misma familia, era esencialmente distinto.
Se trata de la κινύρα ( kínyra) o lira hebrea, la cual podía tener entre 3 y 10 cuerdas.
El último de los instrumentos del grupo de las liras es el βάρβιτος * (bárbitos o bárbiton), de orden frigio. Su caja de resonancia era más bien pequeñas, similar a la de la lyra, pero sus brazos era bastante más largos (por lo que su registro debería ser más grave), con forma de “J” invertida. Para su ejecución, que no se realizaba con los dedos, se utilizaba el pelctro.Lo que más caracterizaba al bárbiton es su uso, pues se trataba de un instrumento dionisíaco cuyo uso se reservaba para banquetes y festines. Su uso perduró hasta época bizantina.
Todos estos instrumentos podían tocarse con el pelctro ( τὸ πλῆκτρον), pieza de madera, hueso o marfil con la que se “rasgueaban” las cuerdas, consiguiendo una sonoridad más rítmica y seca.
El segundo gran grupo de cordófonos, el de las arpas, comienza a aparecer en época pre-helénica aunque de forma esporádica. Será a partir del clasicismo (siglo V) cuando su expansión llegue hasta la Magna Grecia y colonia del Asia Menor.
Se trata de arpas de origen oriental o, en menor número, egipcio. La principal diferencia con las liras es su forma angulada. Además, a diferencia de ésta, la estructura de madera abarcaba solamente los dos lados del ángulo, quedando abierta más allá de la última cuerda. El lado más grande era rico en decorados y estaba vacío por el interior para hacer las veces de caja de resonancia. Durante la ejecución, era este lado el que se apoyaba en el hombro del ejecutante, mientras que el lado opuesto
se mantenía sobre sus piernas. Aunque, bien es verdad, podían darse otras posiciones atendiendo al tipo de arpa. Todas las arpas se tocaban pinzando las cuerdas con los dedos, nunca se utilizaba el pelctro, y eran instrumentos propios de las muchachas y mujeres de elevada condición social.
Encontramos, en primer lugar, la mágadis, instrumento de origen ligio de veinte cuerdas. Con la mano derecha se tañían las cuerdas graves y con la izquierda las agudas. Otro instrumento de este grupo es el psaltérion ( ψαλτήριον)  de origen babilónico y con gran número de cuerdas. Muy similar a éste es el trígonon (τρίγωνον) , que recibía este nombre por su estructura cerrada y se desconoce si su origen es fenicio, sirio o egipcio.
En el grupo de las arpas podríamos incluir los laúdes, que nunca tuvieron gran importancia en el mundo griego, al menos hasta el s. IV a.C. Eran importados de Oriente y allí si disfrutaban de una mayor difusión. Su caja armónica era más bien pequeña, tenía un mango largo y tres cuerdas.
Finalmente, a la familia de las liras y las arpas, habría que añadir un último grupo de cordófonos por punteo que comprendería instrumentos no tan conocidos. Estos corresponderían a las modernas cítaras de mesa. Algunos de éstos son el simímkion (σιμίκιον) de 35 cuerdas, el epigóneion (ἐπιγόνειον) de 40 y el kanón o monóchordon (κανών). De las dos primeras, lamentablemente, no se conserva ningún tipo de representación, pero no así del kanón. Éste consistía en una pequeña caja de resonancia sobre la que se hallaba en tensión una cuerda entre dos puentes fijo, mientras que un tercero, móvil, podía desplazarse de un extremo de la cuerda al otro, dividiendo esta en dos secciones. Este instrumento, aunque careció de importancia desde un punto de vista interpretativo, es relevante en el campo científico, pues a partir de él se pudieron determinar las relaciones entre dos sonidos, los intervalos.

* Según Liddell- Scott: invención de Terpandro.

domingo, 13 de enero de 2013

La música de la Antigua Grecia (I)

Afortunadamente esta profesión da sus satisfacciones, casi siempre cuando te encuentras más desanimado hay algo que te ayuda a seguir adelante.
Esta vez es una promesa de un antiguo alumno, Joel Torres, que ahora cursa historia del arte, y que me acaba de enviar un trabajo suyo sobre instrumentos musicales. Le doy las gracias desde aquí y lo publicaré en varias entregas.

Introducción. La voz y la música coral.

La música griega fue esencialmente vocal y, aunque se sirvió de instrumentos, éstos siempre se sirvieron de una concepción “cantable” incluso en las partes exclusivamente instrumentales, por lo que estos instrumentos aparecerán ligados a la voz (ausencia de polifonías, escasa atención por las voces extremas, etc.), y cuando se aparten de ella será para reproducir melodías vocales. Esta concepción de la música (instrumental) como afín a la música vocal se deberá a la estrecha relación que se estableció entre poesía y música, la cual asumió siempre una posición de subordinación ante aquella. Este principio se mantendrá hasta la Roma Imperial, en la que el virtuosismo alejará la música instrumental de la vocal.
Así, la voz (phoné) y el canto (ὠδή) tuvieron siempre prioridad sobre la práctica meramente instrumental, pero ello no significa que los griegos prestaran una atención particular a la educación del órgano vocal, sino más bien al contrario. Fue la concepción del canto como una actividad espontánea para todos lo que, precisamente, propició un marco en el que esta actividad preponderaría sobre la práctica instrumental. La técnica del canto no contó con la atención de los griegos hasta la época helenística, pues hasta entonces no encontramos nada que pueda compararse a una escuela o método de canto.
Es entonces cuando encontramos los primeros términos que refieren características concretas de la voz; como por ejemplo la flexibilidad (εὐκαμψία) o la potencia (ἰσχύς),aunque precisamente éstas (como muchas otras) fueron concebidas como dones naturales y no como resultado de una experiencia técnica. Cada tipo de voz distinguía entre tres registros τόποι φωνής): agudo, medio y grave. El registro que con más frecuencia se utilizaba era el registro medio, pues era su interpretación la más asequible para una población no especialmente educada en dicho arte.
Por lo general, el canto coral (χορδία) era interpretado bien por hombres adultos, bien por mujeres o bien por niños, y siempre al unísono (ὁμοφωνία), sin mostrar interés alguno por el desarrollo de las voces extremas. No obstante, en las pocas ocasiones en las que hombres y mujeres cantaban juntos lo hacían con una diferencia de octava entre una voz y otra, produciéndose la llamada ἀντιφωνία.
Todo lo referido respecto a la música coral griega no resulta algo azaroso ni irrelevante, sino que nos permite conocer algunos de los aspectos que de la música apreciaban los griegos. Serán todas estas pautas las que dominarán la vida y el gusto musical, quedando el aspecto instrumental claramente subyugado a ellas.



Las familias de instrumentos.

Si bien en la Antigua Grecia existió un número importante de instrumentos, dos fueron las familias de instrumentos consideradas como “nacionales”, incluso a pesar del origen oriental de muchos de éstos. Estos instrumentos formaban parte de la cotidianidad de la vida en Grecia, entrando en casi todas las casas y convivían en un marco compuesto, además, por un gran número de instrumentos procedentes todos ellos del extranjero. Grecia conoció las familias de instrumentos de los cordófonos por punteo, aerófonos, idiófonos y membranófonos, que, en términos más coloquiales, podemos denominar de cuerda, de viento y de percusión. Habría que señalar la ausencia de algunas de las familias, como la de los instrumentos de cuerda percutida o los de cuerda frotada.
Los predecesores más antiguos de algunos de estos instrumentos datan su difusión ya en el segundo milenio a.C. A pesar de ello, la artesanía y realización de instrumentos nunca alcanzó la precisión e importancia que más tarde exigirían los romanos. El artesano (αὐλοποιός) se limitaba a reproducir viejos modelos sin demasiada fantasía por su parte. En este sentido, parece que los instrumentos griegos quedaran obsoletos desde un plano técnico si los comparamos con instrumentos mucho más complejos e ingeniosos que se dieron en otras civilizaciones de la Antigüedad, como la de Egipto o China, sobretodo.

domingo, 6 de enero de 2013

2013, nuevo año, mismo curso

Los que sean seguidores del blog (si es que alguno queda aún) se preguntarán qué está pasando. Algún antiguo alumno ya me escribió al respecto. Lo cierto es que como herramienta educativa este curso ya no funciona. Hemos trasladado esa parte a una web de trabajo en google. Es más flexible a la hora de colgar ejercicios y exlusivamente dedicada a los alumnos. No me atrevo a entrar en el mundo de moodle todavía.
Por otro lado, tengo la impresión de que tampoco es del intérés del público en general. El aumento de horario en el centro me hace replantearme seriamente todo mi trabajo docente.
¿Seguiré escribiendo? Sí, pero con menos frecuencia.¿Cuándo? Cuando vea algo que me parezca interesante y, con esto de la crisis, cada vez salgo menos de casa.
Algunos compañeros defienden el monetizar el blog o el canal de youtube, pues requiere un tiempo de trabajo y, como cada vez cobramos menos, en algunos casos les debe de proporcionar un complemento económico. No me apunto a esa opción de momento.
Y para no abandonar, he añadido los trabajos de mis alumnos de 4º de este primer trimestre en la sección correspondiente. Teniendo en cuenta la escasez de medios con la que contamos no está mal. De todos los cursos de este año, son los que han tenido mejores resultados en la primera evaluación. Ya veremos como siguen de aquí a junio.