Ayer recibí un mensaje de correo de un antiguo alumno, de hace dos cursos. No ha sido el único pero me ha hecho reflexionar sobre la docencia, en estos tiempos de incertidumbre. Son esos mensajes o visitas los que le hacen a una sentir que a veces trabajas bien y que, por mucho que se empeñen desde fuera, esta profesión es hermosa, especialmente cuando consigues conectar con los alumnos.Entonces el aprendizaje es mutuo.
Me contaba como ahora está en un centro con medios técnicos y calefacción y disfrutaba de las clases. Habíamos pasado algunas calamidades juntos, yo las sigo pasando en un centro distinto, pero él ha mejorado su situación, cursando un ciclo superior.
Como este curso se nos está poniendo cuesta arriba a todos, la situación es muy difícil: hay compañeros que están en el paro siendo grandísimos profesionales,otros imparten materias que no son de su especialidad, hay alumnos que no tienen dinero para comprar el material , familias con serias dificultades económicas y estamos todos al límite de nuestras fuerzas, quiero animar a todos a seguir, porque a mí ayer me animaron a ello.
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