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domingo, 6 de marzo de 2011

Los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia

El barón de Coubertin hizo resurgir en 1896 los primeros Juegos Olímpicos de la Edad Moderna en Atenas, procurando evocar la posición eminente que ocupaba el deporte en la Antigua Grecia.
Como ya hemos visto en clase, no eran los de Olimpia los únicos juegos deportivos griegos. También estaban los Píticos, en Delfos, los Nemeos, en Nemea y los Ístmicos, en Istmia, al lado de Corinto.
En la antigua Grecia, cuando un atleta alcanzaba la victoria en las cuatro competiciones sagradas se le denominaba “vencedor del circuito”(περιοδονικός) y era considerado como un héroe. Estas cuatro competiciones tenían un carácter sagrado y estaban asociadas a cultos a  divinidades: en Olimpia a Zeus, en Delfos a Apolo, en Istmia a Posidón y en Nemea también a Zeus.

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La ciudad de Olimpia, situada en el Peloponeso, a unos 320 kilómetros de Atenas ocupó un lugar preponderante en el culto a Zeus. Durante los juegos tenían lugar numerosas ceremonias religiosas, con la participación de deportistas de todas las ciudades griegas. Una leyenda, recogida por Píndaro, atribuye la fundación de los juegos a Heracles, mucho antes de la Guerra de Troya.
Desde época cretense los griegos eran muy aficionados a los juegos atléticos y a los juegos de toros. En la Ilíada Homero resalta el espíritu competitivo de los griegos micénicos. En el libro XXIII narra los juegos que Aquiles organizó en los funerales de su amigo Patroclo. Se competía por el afán de gloria, pero también por las ventajas económicas que les proporcionaba la victoria.
Según la tradición, los primeros Juegos Olímpicos se celebraron en el 776 a.C. Los juegos se celebraban  en verano, su fecha variaba de una vez a otra, pues se calculaba con un calendario de meses lunares y su preparación comenzaba con la proclamación de la Tregua Sagrada por los heraldos. Dicha tregua estaba vigente res meses antes y tres después a la celebración de los juegos. La tregua suponía la garantía que se daba a los atletas y espectadores para poder desplazarse hasta Olimpia y volver sin que peligrasen sus vidas, aún en tiempo de guerra.
Durante el s. V a.C. se construyeron en Olimpia el Senado (Bouleuterion), la residencia y comedor de los atletas (Pritaneon) y el santuario de Hera. El templo de Zeus es del s. VI a.C.
La descripción más detallada de las instalaciones de Olimpia la proporciona Pausanias, que visitó la ciudad en el s. II d. C.
El estadio constaba de una larga pista rectangular sin gradas para el público, aprovechando la inclinación del terreno, de 192, 27 metros de largo y 28,50 de ancho.( La longitud del estadio variaba de una ciudad a otra, en Delfos era de 177,5 mts.) El hipódromo parece estar bajo el actual cauce del río Alfeo. Completaban las instalaciones el gimnasio y la palestra, destinados al entrenamiento de los atletas. En griego, gimnasio significa “ejercicio que requiere desvestirse”. Se ungían con aceite y arena. Al terminar, para quitarse esa capa de polvo y grasa, se limpiaban con una cuchilla de curva, de bronce, llamada estrígilo.

Los atletas estaban obligados a presentarse en Elis, a unos 57 kilómetros de Olimpia, al menos un mes antes del inicio del festival.  Se inscribían a título individual. Debían de ser griegos, hombres libres, hijos legítimos, no estar privados de sus derechos de ciudadanía por haber cometido algún delito y haberse entrenado para la prueba, habiendo llegado al menos un mes antes a Elis. Terminado el periodo de preparación, los atletas, entrenadores, aurigas y jinetes, jueces y responsables se dirigían todos juntos en procesión hacia Olimpia, en donde realizaban el juramento olímpico ante la estatua de Zeus. El sacrificio y juramento a la divinidad suponía la inscripción definitiva. La tarde de ese mismo día se dedicaba al concurso de heraldos y trompetistas.
Conforme fueron añadiéndose pruebas, los juegos  adquirieron mayor extensión, hasta un total de cinco días. La mañana del primer día se destinaba a las ceremonias religiosas y esa tarde se celebraban competiciones de jóvenes (lucha, carreras, boxeo y pancracio). En los días siguientes tenían lugar el resto de las pruebas así como actos culturales. El quinto día estaba reservado a la proclamación y coronación de los vencedores.



Competiciones y pruebas

1- El “stadion” o carrera de velocidad medía los 192,7 m. del estadio. y el vencedor daba su nombre a la Olimpiada. El piso era de arena y los atletas corrían descalzos.  El punto de salida estaba marcado por dos líneas paralelas, visibles todavía hoy en algunos estadios, entre las que se apoyaba el pie izquierdo. Para evitar las salidas falsas se usaba el “hyplex”, un dispositivo que permitía retirar súbitamente las tiras de cuero que mantenían a los corredores alineados en la posición de salida.
2- El “diaulos”, comparable a los 400 m. actuales, era una carrera de ida y vuelta en el estadio.
3- El “dólico” era la carrera de resistencia. De los ocho estadios iniciales (1.500 m.) se fue incrementando hasta alcanzar los veinticuatro (4.500 m.). Los empujones, las caídas y las tretas solían ser muy frecuentes.
4- La jabalina, de pino, olivo o tejo, era una lanza con el extremo de hierro y una correa para aumentar el impulso. La jabalina tuvo, al menos, tres tipos de empleo olímpico: alcance, precisión y empleo desde caballo.
5- El disco, un objeto redondeado más grueso en el centro que en los bordes, en principio era de piedra, más tarde de cobre. El tamaño de los discos utilizados en las olimpiadas antiguas debió ser variable. La técnica de lanzamiento debió ser múltiple. Las marcas logradas debieron superar los 30 m.
6- El salto de longitud, que se llevaba a cabo con ayuda de unas pesas (halteras) que permitían aumentar la distancia recorrida en el aire. Al principio eran de piedra, pero luego se hicieron de metal, con un peso aproximado entre 1 y 5 kilos.
7- La lucha libre permitía todo tipo de llaves y contrallaves sobre cuello, torso y brazos, estando prohibidas las de las piernas, aunque se admitía la zancadilla. No existió la clasificación por pesos ni había asaltos. Se pasó de luchadores estilizados y ágiles, a hombres corpulentos, pesados y con gran cantidad de grasa en el abdomen. Para vencer había que tumbar de espaldas al adversario tres veces.
8- El pugilato, se practicaba sin diferenciar los pesos, probablemente sin asaltos y, desde luego, sin límite de tiempo, lo mismo que la lucha. En un principio, se debió boxear con los puños desnudos, luego los púgiles comenzaron a vendarse los nudillos y muñecas con una tira de piel sin curtir. Con el paso del tiempo, se fueron endureciendo los vendajes hasta llegar a los puños erizados de clavos de hierro de la época romana.
9- El péntlaton, predecesor del moderno décatlon,  es la prueba de mayor mérito. Comprendía cinco pruebas: carrera, disco, jabalina, salto y lucha. Los vencedores eran los más celebrados de los juegos, resultaba evidente que estos atletas reunían las cualidades óptimas de un guerrero: rapidez, agilidad, fuerza, resistencia, valor...
10- El pancracio fue, sin duda, el género de lucha más duro y peligroso que se practicó en Olimpia. Su desarrollo es tardío. Era una lucha feroz, incluso a muerte, en la que únicamente se prohibían los mordiscos y meter los dedos en los ojos; concluía, como las anteriores, por abandono o fuera de combate.
11- El “hoplitódromo” o carrera con armas, equipados con la impedimenta de infantería consistía en dos vueltas al estadio
12- Las carreras de carros, sobre un carro de dos ruedas tirado por cuatro caballos. No era imprescindible que el jinete llegara sobre el caballo.  Según Pausanias, el hipódromo de Olimpia tenía unas dimensiones aproximadas de 400 metros de largo y 200 de ancho. Se daban seis vueltas completas a la pista. La posición de salida se hacía por sorteo.
La fama que adquirían las ciudades con atletas olímpicos llevó a muchas de ellas a contratar a atletas destacados para que los representasen en los juegos. La utilización de los triunfos con fines políticos se daba especialmente en las pruebas hípicas. Fueron también estas competiciones las que permitieron que algunas mujeres se proclamaran vencedoras, como propietarias de los carros.
En Olimpia las mujeres tenían un festival reservado para ellas: los juegos en honor a Hera.
Con Filipo de Macedonia y su hijo Alejandro Magno se produjo un nuevo cambio en los Juegos. Filipo participó personalmente en  algunas competencias atléticas y el propio Alejandro acudió personalmente a los grandes festivales de atletismo. En época romana se aprovecharon políticamente de los juegos.
Finalmente, con el cristianismo, el emperador Teodosio abolió en el 394 d.C. la datación cronológica por olimpiadas, ordenó la clausura de todos los santuarios, templos y lugares de culto paganos y prohibió la celebración de todos los festivales deportivos. De ahí que los juegos del 393 d.C. fuesen los últimos de la época antigua de Olimpia.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Bastante completo,pero un consejo no pongais las coas tan pegadas ni juntas porque empiezas a ver muchas letras y te distraes.Por lo demás muy bueno.

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