Las acciones de guerra tuvieron varios teatros de operaciones[1] en la 2ª Guerra Púnica: Hispania, Sicilia, Italia y marginalmente el norte de África. En Hispania Escipión fue capturando las ciudades cartaginesas.
Roma comprendió que Aníbal, aunque invencible en el campo de batalla, con el tiempo debía desgastarse si Roma lograba impedir que le llegasen refuerzos. Por esta razón no hizo ningún intento de combatir a los cartagineses en Italia, pero redobló sus esfuerzos para combatirlos fuera de Italia. El ejército romano mantuvo en jaque a Asdrúbal varios años más. Ese mismo año las tropas romanas entraron en Siracusa[2].
Para que Aníbal pudiese hacer algo, tenía que recibir refuerzos, nunca los recibió de Cartago. Los líderes cartagineses sentían muchos recelos contra Aníbal. Su hermano Asdrúbal, desde Hispania, intenta ayudarlo, repitiendo la hazaña de cruzar los Alpes. Aníbal estaba al sur de Italia. Los romanos impidieron que se reunieran ambos ejércitos, venciendo a Asdrúbal en Metauro. Asdrúbal, sabiéndose perdido, se arrojó sobre las líneas romanas, prefiriendo la muerte a ser capturado. Los romanos arrojaron su cabeza al campamento de su hermano Aníbal poco después, quien procedería a retirarse hacia las montañas.
Labatalla decisiva se librón en Zama, ciudad situada a unos 160 kms. al sudoeste de Cartago, el 19 de octubre del 202 a.C. Escipión, con la ayuda de los jinetes de Masinisa destrozó al ejército cartaginés.
Labatalla decisiva se librón en Zama, ciudad situada a unos 160 kms. al sudoeste de Cartago, el 19 de octubre del 202 a.C. Escipión, con la ayuda de los jinetes de Masinisa destrozó al ejército cartaginés.
Aníbal tomó parte activa en la reconstrucción de Cartago, pero su larga temporada de liderazgo y sus éxitos le habían granjeado numerosos enemigos entre su propio pueblo. Sus oponentes se unieron en una sola facción y protestaron frente a Roma, obligándole a huir a Asia Menor en el año 195 a. C., siendo sus propiedades y las de su familia confiscadas por la élite dirigente cartaginesa. En el este, Aníbal sirvió a varios reyes locales como asesor militar, generalmente en enfrentamientos con Roma. Sirvió en esas funciones en la corte del Imperio seléucida huyendo tras la batalla de Magnesia al saber que Antíoco III Megas pretendía entregarle a los romanos para congraciarse con ellos. Perseguido, Aníbal acabó suicidándose en el 183 a. C. para evitar su captura por agentes romanos.
Bahía de Túnez |
Masinisa hizo todo lo que pudo para irritar y acosar a los cartagineses. El romano más furiosamente anticartaginés era Catón. Terminaba todos sus discursos con la frase " Praeterea censeo Carthaginem esse delendam" ("soy también de la opinión de que Cartago debe ser destruida"), más conocida por "Delenda est Carthago".
Las provocaciones de Masinisa finalmente triunfaron. Roma le declaró la guerra y les exigió abandonar la ciudad. Durante dos años resistieron el asedio, en ese lapso murieron Catón y Masinisa. Finalmente Cartago fue totalmente arrasada. (arrasar: Allanar la superficie de algo.)
[1] “ Los cartagineses debían luchar por su propia existencia y por el dominio de África, los romanos por el dominio del mundo ^…*Nunca hubo antes ejércitos tan experimentados en las batallas, nunca tampoco jefes tan afortunados y hábiles en el arte militar,….” Nos cuenta el historiador Polibio XV, 9, 2-4
[2] Cuenta la tradición que Marcelo intentó salvar a Arquímedes, pero éste gritó al soldado que fue a detenerle “no destruyas mis círculos”, que estaba trazando en la arena en pleno asedio, y el soldado le mató.
No hay comentarios:
Publicar un comentario